VERSIONES AUTÓGRAFAS EN EL LIBRO DE FLAMINIO NOBILI
La dificultad y las dudas que parecen asaltar a Quevedo en el momento de la creación poética, así como su revisión de los poemas, se aprecian también en el soneto amoroso «Lisis, por duplicado ardiente Sirio», en el cual solo el segundo cuarteto muestra en el autógrafo una versión «limpia» y próxima a la que se imprimió de forma póstuma.




Como se observa, en la versión autógrafa, que ha sido datada hacia 1634, en la época de redacción de Virtud militante y Las cuatro fantasmas, Quevedo ensaya tres formulaciones antes de dar con la redacción definitiva del verso cuarto, coincidente con la que consta en El Parnaso español.

Lo mismo sucede en los tercetos, sobre todo en el último: hasta cuatro redacciones se desechan antes de escribir la quinta y última, que se repite en la edición póstuma, «Prefiero a lo que miro lo que creo».
Parece que los tercetos, es decir, el cierre de los sonetos, suscitaron mayoritariamente las principales reescrituras, a tenor de lo que sucede también en «Ya viste que acusaban los sembrados», soneto incluido en la musa séptima, Euterpe, en la edición de Las tres musas (1670).
En esta composición, para el primer terceto Quevedo llega a redactar seis versos, de los cuales desecha finalmente la mitad.
