EUTERPE
Una de las mayores dificultades de Euterpe consiste en la abundancia de apócrifos, un total de 27.
Facilita la tarea la valiosa lista de Pedraza, quien secundó los trabajos previos de Astrana, Fucilla, Crosby y Blecua.
Pero no faltan otros problemas ecdóticos, como las versiones variantes de poemas editados en 1648:
En particular, la canción «¡Oh tú, que con dudosos pasos mides» antes mencionada, apenas conocida porque Blecua no la incluyó en su Poesía original y la relegó al aparato de variantes en Obra poética, pese a que en realidad son dos poemas independientes, uno presentado como silva y otro como canción, esta última de posible redacción posterior.
Los 10 romances situados al final de la musa se copian en numerosos manuscritos conservados, pero la mayoría de los poemas posee una única fuente textual, la edición de 1670. Este hecho simplifica el examen de variantes, pero dificulta la detección y enmienda de posibles errores.
Los problemas de puntuación e interpretación son innumerables, sobre todo en poemas extensos, debido a la presencia de múltiples incisos:



En el soneto, Blecua marca dos períodos independientes, pero el período sintáctico del primer cuarteto parece quedar truncado sin lo que sigue.
En la canción, el editor interpreta que el efecto recae sobre la sospecha, pero cabría entender la expresión como ‘en mi opinión, a mi juicio’, semejante a «según siento» en los vv. 7-8:
“No mata, según siento, / al fuego el agua blanda, Anarda bella”.
Por otra parte, podría proponerse que mi no es adjetivo posesivo que acompañe a ingrata, sino tal vez pronombre.