LA ÚLTIMA VOLUNTAD DE QUEVEDO. ORDEN, CONTENIDO Y FINALIDAD DEL CORPUS
Desde el punto de vista textual, deben abordarse dos problemas:
- El primero afecta a la ordenación del conjunto.
- El segundo atañe a las dificultades que plantean poemas cuyas fuentes textuales desvelan la existencia de variantes de autor.
La primera tarea consiste en restablecer el orden, el contenido estricto y la finalidad del corpus, hasta donde sea posible reconstruir la última voluntad de Quevedo.
Un aspecto relevante consiste en recuperar los apartados de la edición de 1670:
- La secuencia de «sonetos pastoriles».
- La de «sonetos morales».
- La de ciertos romances ubicados fuera de lugar.
- La sección de Lágrimas de un penitente, nunca respetada, que debe interpretarse a la vista de un cancionero de 1613, ajeno al libro y nunca impreso en vida de Quevedo: Heráclito cristiano y segunda arpa a imitación de la de David.
La musa Euterpe es una mezcla heterogénea de poemas: un grupo inicial de sonetos morales semejantes a los de Polimnia; 23 sonetos pastoriles; y, con menor grado de coherencia, sonetos y 6 canciones amorosas, 9 romances, octavas, redondillas y endechas.
Pero el problema más grave es la presencia de muchos poemas apócrifos o de dudosa autoría que deben ser descartados.
Tienen que excluirse de ella también los cuatro entremeses, ajenos a la poesía lírica.
Con tales intervenciones, el corpus queda establecido en 74 poemas, la mayoría amorosos, entre los que hay que incluir versiones variantes de textos editados en 1648, como la que ofrece una canción con un significado especial en el volumen y cuya omisión trastocaría el sentido del conjunto.

Como decía Pedro Aldrete en el prólogo al lector de Las tres musas últimas castellanas:
“Habiendo después de su última prisión de León vuelto a la Torre de Juan Abad, antes de irse a Villanueva de los Infantes a curar de las apostemas que desde la prisión se le habían hecho en los pechos, ocho meses antes de su muerte compuso la primera canción que va impresa en este libro, en donde parece predice su muerte, publica su desengaño y da documentos para que todos le tengamos. Puede servirle de inscripción sepulcral.”
La silva de Calíope
Si confrontamos la canción, omitida por Blecua, con la silva de Calíope, observamos una notable amplificación, cambios de palabras y expresiones, así como una concienzuda reescritura:
Euterpe. Pinta la vanidad y locura mundana.Canción (144 vv.)

Calíope. Silva 18. El escarmiento (128 vv.)

Euterpe. Pinta la vanidad y locura mundana

La canción incluye una estancia nueva con alusiones amorosas que modifican el sentido del poema.
La musa Calíope es el mejor documento de la colección de silvas de Quevedo.
El examen textual de los testimonios demuestra que Las tres musas recoge las versiones finales o más acabadas de este corpus que, siguiendo la propuesta de Alfonso Rey, hemos establecido en un total de 28 poemas, editados recientemente como resultado principal de otro proyecto nacional ejecutado entre 2019 y 2022.
A las silvas se suman varios poemas de naturaleza diversa situados al principio de la musa, en metros cortos y con un estilo similar al de Terpsícore. En total, 35 composiciones, una vez practicados los reajustes citados.
La novena y última musa, Urania, está integrada por 43 sonetos sacros, 4 ovillejos, 17 poemas morales en salmos (Lágrimas de un penitente, derivación de Heráclito cristiano), 3 romances, el Padre nuestro glosado, el Poema heroico a Cristo resucitado, fragmentos de la traducción del Cantar de los cantares y 4 poesías fúnebres.
Debe excluirse el Poema heroico de las necedades y locuras de Orlando, ajeno a la poesía religiosa y más acorde con la musa sexta, Talía. Y ha de recuperarse un ovillejo, eliminado por Blecua. La última musa albergaría de este modo un total de 74 poemas.