ANOTACIÓN FILOLÓGICA SISTEMÁTICA

En cuanto a la anotación filológica sistemática de los poemas, la labor pendiente es inmensa.

Aunque no existe una metodología precisa como en el caso de la edición crítica, hoy parece que las notas interpretativas centradas solo en datos eruditos resultan insuficientes.

Es preciso resolver dificultades sintácticas, alusiones ocultas o juegos de palabras, sobre todo en la época del conceptismo, cuando los autores dibujan originales asociaciones entre realidades alejadas entre sí.

En el caso de la lengua poética de Quevedo, la más compleja de la literatura española, los esfuerzos deben redoblarse.

Existen poemas que han planteado alguna divergencia interpretativa, con impacto en el sentido global del poema, necesitados de un nuevo análisis.

Así sucede con la silva «Aquí la vez postrera», para la que Tobar propone una lectura figurada del locus amoenus en el que se sitúa el locutor lírico: Glauco, según una interpretación no secundada por la crítica, encontraría a una vieja solitaria y decrépita.

Fragmento de Silva

No siempre será posible ofrecer una explicación plausible, pero sí, al menos, expresar las dudas: advirtiendo a lectores y críticos sobre la dificultad no resuelta, se favorecen futuras aproximaciones que tal vez arrojen nueva luz sobre el pasaje o el poema.