INTRODUCCIÓN A LA PALEOCLIMATOLOGÍA

La paleoclimatología estudia las variaciones climáticas ocurridas en la tierra a lo largo de su historia.

El clima es el promedio de las condiciones atmosféricas propias de una zona, y para su establecimiento se toman como referencia un mínimo de treinta años, lo que lo diferencia del tiempo meteorológico, el cual se centra en los cambios diarios y de corto plazo.

Los principales condicionantes de las variaciones en el clima de la tierra a escala geológica están relacionadas con factores como la energía de la radiación solar, la situación astronómica, la radiación cósmica, el relieve y la distribución de continentes y océanos y la composición y dinámica atmosférica.

Archivos y señales paleoclimáticas

Registro instrumental

El registro instrumental de parámetros climáticos como la temperatura, la presión atmosférica o las precipitaciones se realiza con instrumentos de medida como termómetros, anemómetros o pluviómetros, respectivamente. Estos instrumentos son muy exactos, sin embargo, su registro se remonta a unos 250 o 300 años como mucho, lo que los invalida como fuentes de información paleoclimática a escalas de tiempo mayores.

Fuentes documentales

Las fuentes documentales pueden ser también en ocasiones útiles para establecer algunos parámetros climáticos. Las precipitaciones, por ejemplo, quedarían registradas de manera indirecta mediante el registro de rogativas pro serenitate, o podrían ser inferidas mediante el registro de los efectos sobre actividades económicas, como el precio de cultivos. Este tipo de fuentes, tienen un cierto componente subjetivo y no están exentos de interacciones con otros componentes sociales, no dependientes directamente del clima, además de que sólo serían de utilidad para períodos históricos, por ello, a pesar de que son un complemento excelente, la mayor parte d la información paleoclimática se obtiene a partir de variables indirectas relacionadas con parámetros climáticos (en ingles ‘proxies’), obtenidas a partir del estudio de archivos naturales.

Proxies

Los ‘proxies’, no son una medida directa del parámetro climático, pero permiten ‘aproximarse’ a ellos. Los archivos ambientales más habituales en paleoclimatología son los testigos de hielo y sedimentos, tanto marinos como terrestres, así como corales o anillos de árboles, a partir de cuyo bandeado pueden inferirse propiedades climáticas.
En cuanto a los ‘proxies’, en función de su naturaleza, pueden diferenciarse los biológicos o los fisicoquímicos.

Entre los primeros destacan por su valor paleoclimático los foraminíferos, las diatomeas, el polen, o las tecamebas, mientras que, entre los segundos, en función del tipo de archivo ambiental, funcionaran mejor unas propiedades u otras. Por ejemplo, para inferir temperatura son habituales el estudio de la δ18O, que es la proporción de isótopos estables de oxígeno-18 (18O) y oxígeno-16 (16O) en una muestra. Esta propiedad suele ser medida en muestras de corales, foraminífeos o testigos de hielo. También es un proxy habitual de la temperatura la concentración de gases de efecto invernadero como el CH4 almacenado en burbujas de aire en testigos de hielo. Existen numerosos indicadores de utilidad en función del tipo de archivo. En regiones templadas es habitual el registro de elementos litogénicos indicadores de tormentosidad o la variación en las condiciones de humificación medidos en turberas.